viernes, 12 de diciembre de 2008

¡Pooof!

Entre poof y ufff fue el día de hoy. De entrada, mi viaje de un solo día en la ciudad de la violencia, que puede ser una me muchas en México desafortunadamente, pero bueno, ese no es el punto, este blog no es un manual de supervivencia urbana, es un intento de historias de supervivencia en la jungla de los negocios, se alargo más días, 6 veces más...

Resulta que todavía que salgo corriendo a la ubicación del trabajo del cliente, al norte y no a la soleada playa sureña, después de llegar tarde, trabajar tarde con cambio de uso horario, despertar temprano por que te has dado cuenta que tu vuelo, lo programaste temprano, pero mas temprano de lo que creías, en fin, haciendo un esfuerzo sincero para que todo quedara listo para que me pudiera regresar a la hora, la planeación no se ajusta a la ejecución.

Y exactamente, en el momento en el que el responsable local hace la prueba.... y... ¡FUNCIONA!, todo listo... como maquinista de trén, casi levantando el grito de ¡Vaaaamonos!, me pregunta si también voy a ir a instalar las otras 4... ¿Las otras qué?. De la nada el trabajo se había cuatriplicado, pero el sentido común y más importante, el del negocio, dictaba que ya se estaba allí, era más barato, práctico y efectivo para todos que se resolviera el problema, así que, a cambiar boletos, mandar a enviar equipo adicional, y hacer visita preliminar para adelantar trabajo, por que los equipos llegan a los hoteles despues de las 12:00 y eso hace que, si dejamos todo para el final, el stress aumente, la probabilidad de errores aumente, y si hay algún problema, la capacidad de arreglarlos disminuye, así que, seamos diciplinados y ejecutemos lo mejor que podamos.

Y es esa ejecución la que viene de otra ciudad y ¡Te muerde!, recuerdan que me una ciudad prácticamente huí para ver a otro cliente, la instalación ha regresado para morderme. Hoy falló, de la forma más extraña. Una explicación convincente depende de; Recuerden que no hay nada como hacer de tu error, el error de alguien más, tal y como sucedió con esa caja que llena de cosas que habia que mandar a otro lado, pero ahora es más técnico el asunto, por lo tanto debemos de recurrir a el principio/cliché tan tratado en las películas de fantasía que se quieren hacer pasar por sci-fi: Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada, será confundida con magia. Después de meditarlo, se pudo encontrar una explicación lo suficientemente complicada y convincente como para que pareciera una una situación ajena e inevitable. Por lo menos, al parecer el control de daños funcionó, pero exigirá que mañana este alerta.

Pero todo esto, solo fue la parte de las corredurías del día de hoy, recuerdan la cuenta del 2008, pues después de que me ponen a ir con el cliente, dar show mágico musical, hacerla de encantador de serpientes, hacer un costeo para ponerlo en una propuesta que fué rasurada a más de la mitad, para que la ¡propuesta no fuera lo que quería el cliente!, ¡claro que no lo era! ¡fue rasurada! y eso no fue todo, resulta que los nuevos cambios casi me forzaban a dar el servicio original a un precio irrisorio, pero ya ha estas alturas, es mejor dejar pasar un negocio así que el problema representa aceptarlo, comparado con el ingreso esperado, así que, con mano firme vuelves a barajear números, estableces cuales seria tu peor escenario, calculando los riesgos y mandas el correo... para que ¡te pidan que lo justifiques!, demonio, ¿Qué se cree el contacto?, pues el dueño de la cuenta nada más, así que allí, calladito me veo mas bonito, aquí, ladro como perro.

Por lo tanto, el día estuvo entre la ejecución, la recaudación por que también se tuvo que sacar cuenta de viáticos, la magia y tortura... todo un show.

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